El suelo es un importante sistema de almacenamiento de carbono, esencial para la agricultura sostenible y la mitigación del cambio climático, dijo el martes la agencia de las Naciones Unidas para la agricultura, lanzando en el Día Mundial del Suelo un mapa global completo que muestra la cantidad de reservas de carbono contenidas en el suelo.

Agricultura

«El suelo es la base de la agricultura, es donde comienzan los alimentos», dijo María Helena Semedo, Directora General Adjunta de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

«Mantener las importantes funciones del suelo y los servicios de los ecosistemas para apoyar la producción de alimentos y aumentar la resistencia a un clima cambiante requiere prácticas de gestión sostenible del suelo», añadió.

La materia orgánica del suelo, cuyo principal componente es el carbono, es crucial para la salud y la fertilidad del suelo, la infiltración y retención del agua, así como la producción de alimentos.

Los suelos del mundo actúan como el mayor sumidero de carbono terrestre, reduciendo los gases de efecto invernadero. Intensificar su función podría contrarrestar significativamente el rápido aumento del dióxido de carbono en la atmósfera.

En una decisión histórica sobre la agricultura, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático celebrada en Bonn en 2017 (COP23) reconoció la necesidad de mejorar el carbono, la salud y la fertilidad del suelo.

El Mapa Mundial del Carbono Orgánico del Suelo, el más completo hasta la fecha, ilustra la cantidad de reservas de carbono orgánico en los primeros 30 cm del suelo, lo que revela las áreas naturales con alto almacenamiento de carbono que requieren conservación, junto con las regiones donde sería posible un mayor secuestro.

Esta información puede ser una poderosa herramienta para orientar la toma de decisiones sobre las prácticas destinadas a preservar y aumentar las actuales reservas de carbono del suelo, ayudando a ganar la lucha contra el cambio climático.

Mapa

El mapa muestra que, en todo el mundo, los primeros 30 cm del suelo contienen unos 680.000 millones de toneladas de carbono, casi el doble de la cantidad presente en nuestra atmósfera.

La degradación de un tercio de los suelos del mundo ya ha provocado una enorme liberación de carbono a la atmósfera. La restauración de estos suelos puede eliminar hasta 63.000 millones de toneladas de carbono, reduciendo significativamente los efectos del cambio climático.

El Grupo Técnico Intergubernamental sobre Suelos de la FAO apoyó el desarrollo del mapa, entre otras cosas reuniendo los mapas nacionales de carbono de más de 100 países, haciendo una contribución concreta al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 15, Vida en la Tierra.

El siguiente paso es que los países supervisen sus sistemas nacionales de información sobre el suelo en cuanto a los niveles de carbono orgánico para tomar decisiones basadas en pruebas sobre cómo gestionar y supervisar sus suelos.

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