diplomacia de desastres

Hace dieciocho años, el 5 de octubre de 2005, Pakistán enfrentó un desastre natural en forma de un terrible terremoto que sacudió muchas partes del país, incluida la ciudad capital de Azad Jammu y Cachemira, Muzaffarabad, Bagh, Balakot y las áreas circundantes.

Como resultado de este terremoto, innumerables pueblos se vieron afectados y alrededor de 87.000 personas perdieron la vida. Asimismo, numerosas viviendas, carreteras, hospitales, edificios, instituciones educativas e infraestructura sufrieron graves daños.

Durante esta gran tragedia en nuestra historia nacional, Turquía fue el primer país que se acercó para ayudarnos. Inmediatamente se envió un equipo médico compuesto por médicos y enfermeras, que garantizaron la prestación de la mejor asistencia médica a los paquistaníes atrapados en las zonas afectadas por el desastre. El gobierno turco anunció una ayuda de $ 150 millones: $ 100 millones en asistencia financiera y $ 50 millones en artículos de socorro. Los equipos de rescate turcos construyeron una ciudad de tiendas de campaña temporal y proporcionaron refugio a miles de víctimas del terremoto.

Nuestro amigo cercano, Turkiye, que goza de gran respeto a los ojos de los paquistaníes, se enfrenta a una situación trágica similar. Los terremotos gemelos masivos de la semana pasada en Turquía y Siria han provocado la muerte de unas 41.000 personas. Hasta diez ciudades turcas se han visto gravemente afectadas y varios edificios han sido destruidos. Según informes de los medios, se estima que hasta el 70 por ciento de los edificios en Antakya, la capital de la provincia de Hatay, ahora están destruidos.

El terremoto golpeó Turquía el 6 de febrero y nueve horas después del gran terremoto, otro golpeó el país, dañando aún más la infraestructura y los edificios. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los recientes terremotos son uno de los peores desastres naturales de la historia.

La historia cuenta que nunca nada ha sido tan temible para una persona como un terremoto. El desastre ocurre cuando la placa interna de la tierra, que consiste en capas de tierra, piedras y rocas, se rompe o se mueve de su lugar debido a alguna presión geológica y genera ondas invisibles en la superficie terrestre. La mayor parte del daño se debe al derrumbe de edificios que no pueden resistir las olas del terremoto y la consiguiente falta de actividades de rescate oportunas.

Desde mi punto de vista, los terremotos en realidad traen el mensaje de que los humanos, a pesar de tanto progreso científico, son impotentes ante Dios. Sólo un terremoto golpea y todo se derrumba. Sin embargo, en este momento de dificultad, también han surgido varias noticias increíbles, que fortalecen nuestra creencia en la misericordia de Dios. Que una joven sea rescatada después de 178 horas es sin duda un milagro.

La verdadera prueba después del terremoto ahora es que la comunidad internacional avance para brindar ayuda humanitaria y ayudar desinteresadamente a las personas necesitadas. Más recientemente, un ciudadano paquistaní-estadounidense se ganó los corazones de quienes se preocupan por la humanidad. Según los informes, dicha persona proporcionó una gran cantidad de ayuda a la Embajada de Turquía mientras mantenía oculta su identidad.

El Consejo Hindú de Pakistán ha decidido que se ofrecerán oraciones especiales por las víctimas del terremoto en Turquía y Siria con motivo del festival religioso ‘Maha Shivratri’ el 18 de febrero.

Hace dieciocho años, Turquía estaba a la cabeza en el rescate de las víctimas del terremoto en nuestro país. Hoy, mientras muestro solidaridad con el pueblo turco, me gustaría hacer un llamado a todos los paquistaníes para que hagamos todo lo posible para ayudar a las personas que viven en Turquía y Siria en este momento crítico. Debe haber esfuerzos conjuntos por parte de la comunidad internacional para hacer frente a tales desastres sin discriminación alguna.

El escritor es miembro de la Asamblea Nacional y patrón en jefe del Consejo Hindú de Pakistán.

Tuitea @RVankwani

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