A medida que se abren los cruces fronterizos, algunos refugiados sirios regresan a casa para cuidar a sus familiares después del terremoto

Colas de refugiados sirios esperan en el lado turco del cruce fronterizo de Cilvegozu después de que se reabrió temporalmente debido al terremoto, desesperados por regresar a su país de origen.

Las Naciones Unidas y el gobierno del presidente Bashar al-Assad acordaron abrir dos cruces fronterizos más con la vecina Turquía el martes, siete días después del terremoto de magnitud 7,8 que devastó partes del sur de Turquía y el norte de Siria.

Antes de esta decisión, a la ONU solo se le permitía entregar ayuda a través del cruce fronterizo de Bab al-Hawa.

Ahora, los camiones de ayuda no son las únicas cosas que cruzan la frontera. La nueva apertura también ha permitido cruzar la frontera a familias sirias, algunas de las cuales llevan varios años viviendo en Turquía.

Según la corresponsal de Euronews International, Anelise Borges, muchas personas que esperan para cruzar a Siria intentan ver a sus seres queridos heridos o determinar si sobrevivieron al desastre.

Y algunos solo para ver si algo de sus vidas anteriores sigue en pie.

Jamal, un hombre de 55 años de Idlib, es uno de ellos. Le dijo a Euronews que «iba a Siria porque mis familiares están heridos».

Según la ONU, el terremoto mató a unas 6.000 personas en Siria, 4.400 de las cuales estaban en áreas controladas por los rebeldes.

La cifra de la ONU es mucho más alta que las cifras publicadas por Damasco de entre 1.414 y 2.274 personas muertas en el desastre.

Pero el coordinador humanitario regional de la ONU para la crisis siria dijo que el número de muertos probablemente aumentará aún más a medida que los equipos de rescate continúen excavando los escombros.

Mire el informe de Euronews en el reproductor de video de arriba para obtener más información.

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